Maldito el yugo vil que nos asfixia,
sangre de hermanos riega nuestra tierra,
el pueblo clama, y en su alma encierra
el odio al tirano que su ser desquicia.
La patria llora en su agonía y cisma,
ya no hay justicia, solo cruel desgüello,
mas del oprimido brota el destello:
la libertad vendrá, pura e indivisa.
No bastarán palabras ni lamentos,
será la fuerza quien rompa el abismo,
los que no teman, que al deber respondan!
Vendrán los fuertes, surcando los vientos,
y en cada paso, con feroz heroísmo,
la Patria Libre al fin se nos revela!!